Amaretto Giulietta es el auténtico licor italiano hecho a base de almendra amarga y dulces huesos de albaricoque. Cuenta la leyenda que en 1525, el pintor Bernardino Luini, discípulo de Leonardo da Vinci, recibió el encargo de pintar un fresco de la Madonna en Saronno.

Para ayudarse, Bernardino Luini contó con la ayuda de la hija de la dueña de una posada que le sirvió de modelo. Con el paso de los meses, la joven se enamoró del pintor, como muestra de su amor y agradecimiento hacia él, le preparó una bebida con  productos naturales que tenía en su jardín. Era el origen del Amaretto, un inconfundible licor que el propio Bernardino se encargo de dar a conocer por toda Italia. Eso cuenta, al menos, la leyenda, que tiene en el Amaretto Giulietta una nostálgica reminiscencia.

Transmitida de generación en generación, esta receta se ha mantenido sin muchos cambios, haciendo del Amaretto Giulietta un licor de sabor suave, dulce, aromático e ideal para una agradable sobremesa o un original cóctel. Este característico sabor convierte a Amaretto Giulietta en el licor ideal para tomar solo o con hielo en el postre, ya que es un delicioso digestivo. Sin embargo, su versatilidad no conoce límites.

De hecho, no sólo se ha convertido en el ingrediente indispensable en muchas recetas de repostería como el tiramisú, sino que incluso ha llegado a dar nombre al conocido “Amaretto Sour”, la inconfundible mezcla de Amaretto con zumo de limón, azúcar y mucho hielo picado.